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Barcelona, una rosa y un libro

En tal día como hoy, en algunos universos paralelos de la ciudad de Barcelona, se celebra el día de la rosa y el libro homenajeando a Sant Jordi y su leyenda.

La leyenda habla de un dragón, de una princesa cautiva por éste, de un caballero generoso y valiente y de la sangre de la bestia derramada convertida en rosas rojas. Con un poco de interés podréis encontrarla completa en algún rincón de este mundo. En Barcelona hoy se respira "algo" diferente, algo que no se puede describir con palabras, hay que pasar por pleno Paseo de Gracia y disfrutar de rosas, libros y sentimientos.

La tradición dice que los hombres regalan una rosa a la mujer que aman y ellas le devuelven su amor a través de las hojas de un libro. Pero todo cambia o evoluciona... incluso las tradiciones más arraigadas.

Sarah quiso salir temprano a descubrir el alboroto de la ciudad ante tal celebración y fuimos caminando por las Ramblas descubriendo sensaciones irrepetibles, gente a la que le brillaban los ojos al recibir una rosa o un libro de sus personas amadas. Ella les miraba con mucha curiosidad. Entonces la llevé hasta una parada de libros infantiles, ojeamos algunos y decidió el que más le gustaba. Sin pensarlo, se lo regalé. Me puso cara extraña y me dijo que ella no era un señor. Entonces sonreí, me agaché hasta su altura, la miré a los ojos y le dije: A las princesas únicas y valientes, no les hace falta caballero andante. Ellas mismas se espabilan para regalarse una o mil rosas rojas o del color que más les guste... y, como saben leer y ver los dibujos de cuentos como éste, también se compran los libros ellas mismas. Las rosas y los libros son pruebas de amor, mi niña, y el amor no entiende de maneras, sólo de fuerza. Muchas veces, el amor propio es el más fuerte de los amores y, sobre todo, el más necesario para poder amar a los demás.. Me miró con los ojos muy abiertos, llenos de dudas y lo soltó: ¿Puedo regalarle una rosa a mi caballito?. Sonreí y asentí...